- Empezar lo antes posible
- La sesión de lectura tiene que ser alegre. Las "clases de lectura" han de ser como unos momentos de fiesta en los que todos los participantes disfruten.
- Sesiones frecuentes. Debe haber varias sesiones al día, aunque de escasa duración.
- Sesiones muy breves. La atención de los niños no puede concentrase más que unos pocos minutos, por lo que hay que aprovechar ese tiempo sin llegar a cansar. La duración de cada sesión oscila entre los cinco y los seis minutos para los más pequeños y los diez u once para los mayores.
- Hay que aprovechar los momentos del día más adecuados, cuando el niño está despejado y no muestra síntomas de cansancio.
- Nada de repeticiones.
- Ritmo rápido en las sesiones. Las sesiones deben prepararse bien para que no se produzcan silencios.
- No hay que poner al niño nunca en situación de fracaso haciéndole preguntas de control o examen.
- Enseñar con entusiasmo
- La sesión debe acabar con una celebración especial. El padre o la madre que ha participado en ella termina celebrando el acto con expresiones de afecto hacia el niño.
CÓMO ENSEÑAR A LEER
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